Espigando en la abundante literatura que produce la estupidez humana en general y la de algún lugar en particular, encontramos este bonito y sagaz comentario de Marc Sarrats, humorista de cabecera del programa «Matina Codina» de RAC105: «Hay que hacer lo que sea para ser feliz: robar, matar o, incluso, votar al PSC».
En los tiempos que corren cualquier crítica ha de ser matizada puesto que en seguida aparece la retahíla de acusaciones que te sitúan en el extrema de la balanza política que viene a resumirse en «Si no piensas como yo es que eres…» Así que comenzaré con una previa. Me importa un pito lo que diga este individuo, basta con no escucharle. La libertad de expresión es para todos. Una concejala de la CUP el otro día interrumpió un monólogo humorístico porque no le gustaba lo que se decía, incluso cogió un micrófono y trató de convencer al respetable de algo parecido a que se linchara al del escenario (en el sentido figurado de la palabra) Afortunadamente el pueblo reaccionó abucheando a la guardiana de la moral que al día siguiente dimitió, no por vergüenza, sino porque no había logrado hacer ver la verdad (pobres ignorantes) a los sentados a la fresca que, encima, se reían. No soy de esos, cambio de canal y ya está. Así que nada de prohibiciones, ni fariseísmos, ni zarandajas semejantes.
El comentario de Sarrats es público, se hizo en un medio de comunicación y, por lo tanto, teniendo en cuenta lo anterior, sí puedo decir lo que me parece, igual que cuando voy al cine y digo porque me gusta o no, o de un libro, o de un monólogo o de un chiste. Esto último en extinción porque cualquiera se atreve, talibanes hay en todos lados y no sólo en Afganistán. Pienso que sería hoy de aquellos humoristas de mi infancia y juventud, Gila, Tip y Coll, Eugeni, Cassen, Arévalo, Chiquito, Barragán, en fin, mejor no pensarlo…
Hoy en día y de un tiempo a esta parte el humor parece ser una sucesión de cosas que se cuentan sin parar. Maestros hay del género como el gran Rubianes, pero hay otros no tocados por la barita que creen que con lo de hablar sin parar con una cierta postura de echado para adelante y apariencia, que no espíritu, de bufón (insigne y rebelde profesión) es suficiente. Resultado, que a veces se habla sin parar y que con decirla muy gorda ya está, incluso ocurrencias que después hay que mantener para no tener que enmendar. El otro día sin ir más lejos, a uno en TV3 le parecía más normal hacer un lacito con una esvástica que con los colores de la bandera de España. Ahora Sarrats nos regala su concepto de como ser felices, «robar matar o, incluso , votar al PSC» sin que el conductor del programa dijera ni esta boca es mía, supongo que la risa se lo impedía. Dejando a un lado la libertad de expresión y de la posibilidad de cambiar de emisora vamos a analizar lo dicho que para eso es público y publicado.
- Incluso (me pongo interesante, del latín inclusus) Como adjetivo indica contenido de una cosa, que está implícito en ella y como adverbio expresa siempre adición enfática a algo explícito o sobrentendido, de forma que el elemento que se añade está siempre situado en la parte más alta de una escala en la que se reconocen distintos grados.
- Teniendo en cuenta lo anterior significa que para Sarrats votar al PSC es peor que robar o matar.
- En las últimas elecciones a la Generalitat ganadas por el PSC se cometió un crimen mayor que robar o matar. No fue un ejercicio democrático, fue otra cosa.
- Miles de personas ese día decidieron votar al PSC en vez de dedicarse a saquear o asesinar… Menos mal, aunque el resultado es peor para Sarrats (Lo de la plaza Urquinaona y los altercados en Barcelona deben ser la Arcadia feliz)
- Pero si uno es feliz así que lo haga dice. Plano de absoluta superioridad, sólo falta decir «os perdono porque no sabéis lo que hacéis» El supremacismo puede adoptar muchas formas, incluso la del aparente chascarrillo humorístico.
Antes he hablado del bufón, ese personaje que decía al poder lo que no quería escuchar. Aquí los términos están invertidos, no me imagino al humorista diciendo » robar matar o, incluso , votar a Junts» «robar matar o, incluso , votar a ERC», «robar matar o, incluso , votar a la CUP». O eso que él mismo repite continuamente de «Puta España», quítenle la segunda palabra y añadan la que quieran a ver si lo dice ¿Cómo reaccionaria el susodicho y los que le ríen las gracias si ponemos la que todos ustedes suponen y lo dice alguien en un medio de comunicación?
En mis años mozos cantábamos «Con el cobre que te pagan, soldadito boliviano, que te compran que te vendes» ( gracias Paco Ibáñez) Pues eso.
Podría finalizar aquí pero es que me asalta una duda. Si votar al PSC es peor que robar o matar, militar en el partido… Sicarios del mal, ladrones y asesinos profesionales, gente despreciable. No es la primera vez que digo que yo milito en él y jamás he levantado la voz más allá del debate político cuando alguien discrepa de los hecho por el partido, incluido internamente. Pero hay algo que sí me fastidia y que parece que va implícito en pertenecer a una organización política. En primer lugar que insulten a los cargos y que sospechen de ellos sólo por serlo. Pero no voy por ahí. Es lo segundo, la cantidad de personas que tienen un carnet porque son socialistas de corazón, tradición o convicción. Y mil Sarrats con su labia, que algunos considerarán inteligente y otros verborrea idiotizada, y bien pagada, no le llegan a la suela a los militantes y las militantes del partido que van a sus agrupaciones de pueblo y de barrio, que hablan de política, que jamás dicen que votar a la derecha es peor que robar o matar, porque entre otras cosas muchos de ellos siguen buscando a sus parientes a los que si mataron y les robaron la memoria. Y porque saben lo que es la democracia, que no sólo consiste en la libertad de expresión. No todo el que está en el PSC o en el PSOE tiene un cargo como piensan algunos recién llegados a la política. Igual que mucha gente del resto de partidos. Pero Sarrats dice que es peor que robar o matar y Sarrats es un humorista reputado. Personas que militaban en la clandestinidad y han seguido porque creen que eso que nació hace ciento cincuenta años sigue siendo válido, pero Sarrats dice que son peores que ladrones y asesinos, y el señor Sarrats es un humorista pagado por una cadena que es muy libre de pagar a quien quiera y lanzar su mensaje a los cuatro vientos. Personas que jamás hablarán en un medio público pero que han hecho política toda su vida en el más noble sentido de la palabra en la calle y su trabajo, incluso con una ética. Pero Sarrats le basta un segundo para echar todo eso por tierra con su labia y tono chulesco y aguerrido de tener la verdad que nadie se atreve a decir. Personas que se dejaran la piel para que gentes como Sarratas ahora puedan decir lo que dicen con total libertad, pero él piensa que le viene por alguna otra cuestión que espero no tenga que ver con la genética.
Voy a hacer caso a Marc Sarrats, voy a se feliz. Pero hoy no me apetece robar ni matar. Hoy lo que me apetece para ser feliz es mandarle a freír espárragos o donde ustedes piensen. Se aceptan sugerencias
Empiezo pidiendo perdón por la pedantería de corregirte: lo que quiero es colaborar y como a mí también se me escapan a veces errores garrafales, allá va:
*Maestros hay del género como el gran Rubianes, pero hay otros no tocados por la barita que creen que… * Yo diría que *barita* se refiere a «*tocados por la varita…*» es decir por la varita mágica, lo de Harry Potter.
Un abrazo fraternal