Vaya por delante que cada uno es muy libre, sólo faltaría, de votar a quien quiera, llámese Fernando Savater o Perico de los Palotes. La cuestión es que el filósofo y escritor ha hecho públicas las razones por las que va a votar a Isabel Díaz Ayuso, cosa que repito me da igual, a no ser que la susodicha ganase por un voto, algo bastante improbable. Volviendo al asunto, ya que ha hecho públicas sus razones supongo en que no habrá inconveniente en que un profesor de Historia y escritor las comente.
Comienza el breve artículo mentando a los que saben, en este caso a Bertrand Russell y su comentario sobre Tomas Paine para decir que a Isabel Díaz Ayuso se la critica por sus virtudes para después desgranar una serie de acciones mientras lapida al contrincante. Dice que le reprochan a la presidenta traer aviones con material sanitario, el Ifema y el Zendal. Supongo al señor Savater bien informado sobre el doble coste de los aviones de Madrid comparado con el resto. Igual que le supongo enterado de que IFEMA se montó como hospital de campaña no sólo por la Comunidad de Madrid sino también por el Ministerio de Sanidad, la UME y decenas de voluntarios, funcionando a pleno rendimiento en breve espacio de tiempo. ¿Lo comparamos con el Zendal, apuesta de la señora Ayuso? ¿Explicamos sobre costes, dirección, deficiencias, falta de personal subsanado mediante el vaciado de otras unidades sanitarias? Desde luego la presidenta no estuvo de brazos cruzados, como dice el filósofo para señalar a otros. En resumen, seguro que conoce las cifras de Madrid en este aciago tiempo que nos ha tocado vivir además de episodios como lo de la pizza para niños todos los días o cosas así fruto de la actividad frenética de la presidenta.
Después pasa a los lemas y a suscribir lo de «Comunismo o libertad». Pero ¿de verdad cree el señor Savater qué esto es así? Si hacemos un ejercicio de actualidad lo del estalinismo asesino, aunque el filósofo lo cita, no ha aparecido por ningún lado, lo que sí ha aparecido es el fascismo. Es decir una presencia fantasmagórica frente a una realidad que los que comparten dudan entre votar a la candidata de VOX o a la del PP y no porque vayan a cambiar de ideología. Azuza el fantasma del intervencionismo que enfrenta lo público y lo privado. Decir simplemente que el que esto escribe no es un comunista intervencionista, es un socialdemócrata que trabaja en una escuela concertada de barrio que cree en lo público y que no tiene nada contra lo privado. La afirmación de Savater «ese comunismo intervencionista que enfrenta lo público con lo privado» en Díaz Ayuso se convierte en «voy a laminar lo público para que sólo quede lo privado». Pero cada uno es muy libre de escoger el modelo que quiera, sólo faltaría.
Y entra en el final del artículo diciendo que a la presidenta se le acusa de polarización, sólo hay que oír sus intervenciones para saber que no es así, jamás nombra al contrario. Después entrecomilla «progresista» para señalar al gobierno de España añadiendo que está apoyado por separatistas y bolivarianos. Creo a estas alturas que el señor Savater sabe como funciona un régimen parlamentario donde se buscan apoyos para sacar las cosas adelante y claro que hay separatistas representados en el Congreso, los ha votado la ciudadanía, igual que a los de VOX, a los que Ayuso colocará en el gobierno si la cosa va como dicen y ha sucedido en Murcia ¿O eso está justificado? A continuación dice que hay gente estimable, gracias señor Savater, como Bal y Gabilondo, aunque a este le añade una puyita «qué buen vasallo si tuviese mejor señor» supongo que refiriéndose a Pedro Sánchez. Esto me hace pensar que Díaz Ayuso sí los tiene. Se los nombraré, Pablo Casado, aunque este me parece que está en el objetivo de la presidenta. Vamos por elevación, Miguel Ángel Rodríguez, o mejor, Esperanza Aguirre y sobre todos José María Aznar. Sin duda, grandes señores y señora, y no duden que ellos mismo lo piensan de sí mismos.
Vote lo que le dé la gana, no hace falta explicar el por qué, como lo hacemos millones cuando llega el día, pero ya que nos ha dado sus razones permítame, ya que usted ha comenzado nombrando un argumento de autoridad sobre virtudes y defectos que yo también utilice uno de Catón el viejo “La primera virtud es la de frenar la lengua; y es casi un Dios quien teniendo razón sabe callarse»