Muchachos, por favor, la mascarilla

Esta entrada va dirigida a los chicos y chicas que, como el resto de la población ha salido del confinamiento afrontando un difícil final de curso, algunos preparando la selectividad por no hablar de las evidentes consecuencias de haber visto la enfermedad de cerca, incluso perdiendo a algún ser querido. No se trata de un reproche ni de una bronca y sí que se trata de hacer una reflexión que todos deberían hacer. Alguno me dirá que es toda la población la que debe hacerla, por supuesto, pero por mi profesión, mis vivencias y mi contacto con la adolescencia y la juventud creo que forma parte de mi obligación como educador.

Los últimos brotes que se están produciendo señalan que aumenta el porcentaje de contagios entre la población entre 15 y 21 años. Muchos asintomáticos (esa palabra que ahora todos hemos aprendido y usamos como cuñados en fin de año) Vemos muchos de ese grupo con mascarilla pero también vemos en bancos de parques y en otros lugares donde no se guarda ni la distancia, ni se usa mascarilla y no se evita para nada el contacto. No se trata de hacer de viejo cascarrabias simplemente señalar algunas cosas que deberían hacer frente a algo que mata.

  1. El sentimiento de «inmortalidad»: Ni me ha pasado nada ni me va a pasar y no soy grupo de riesgo. Todos hemos sido jóvenes pero lo que pasa es que sí que hay algo ahí fuera, algo que puedes contagiar a quién sí puede tener problemas y ¿quién te dice que no te dejará secuelas?
  2. No os engañéis. Cambiad el rol. Tengo la experiencia del «poder» del grupo sobre el individuo. Se asigna un rol y romperlo es muy difícil y cada vez se asume más. Fuera del aula todo el mundo reconoce sus errores y defectos en cuanto se atraviesa la puerta vuelve el rol. Los que dicen darle igual suspender dos, tres, cuatro… Darían lo que fuera por que eso no fuese así. Estamos hablando de una pandemia que mata, terminad con el rol de inmunidad, por favor.
  3. La mascarilla. No es sólo el efecto beneficioso es una actitud. Asumes la responsabilidad individual y colectiva, es compromiso, significa que sabes lo que hay que hacer y que esto se terminará entre todos.

Todos podemos contagiarnos pero la ley de probabilidades existe, si no hago caso hay más opciones de cogerlo y ser foco de transmisión, si cumplo las normas las probabilidades son menos. Tan sencillo como eso. Por favor, chicos y chicas poneros la mascarilla

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