Voy a ser políticamente incorrecto porque es la única manera de explicar lo que es la resistencia a la frustración y lo que puede significar si no se trabaja el asunto. Dicen los pedagogos buenos que los niños han de aprender a resistir delante de la frustración ya que puede evitar el desarrollo de trastornos emocionales en el futuro y la siempre desagradable imagen de un adulto caprichoso ¿Qué hay que hacer? Pues cuando ha de ser decir «no» y ante el previsible berrinche seguir con el «no» sin dejarse arrastrar por el chantaje en forma de decibelios y lágrimas. En una lógica un tanto simplista lo que llamamos un «hijo de papá» muchas veces por supuesto asociado al dinero y a la idea de que nunca se les negó nada y por ello cualquier atisbo de fracaso o revés es recibido con desdén, chulería y, por supuesto, esperando que alguien ha de resolver el entuerto que para eso nacieron, para recibir. Pongamos por ejemplo el caso de una familia con siete hijos, todos ellos triunfadores, todos con una capacidad empresarial que ni la mejor novela de tiburones podría describir. Eso sí, cuando el patriarca y la matriarca, ejemplares educadores en el imaginario popular, no resultan ser tales y surgen los embrollos, el heredero del patriarcado no entiende como puede perder la corona y sus hermanos multimillonarios cuestionados responden con altanería a los representantes del pueblo que les interrogan…
Pero me pregunto si esa no resistencia a la frustración es extrapolable a una sociedad. Y últimamente me parece que sí se puede, no sé si es porque hay un subconsciente colectivo o es inducido y asumido por el resto. Por ejemplo, no entiendo que significa eso de «la fábrica de independendistas». Cada vez que alguien lleva la contraria o niega las bondades de Ítaca se le acusa de fabricante de independentistas. Conclusión, hay que ser acrítico porque si no aparece el berrinche «Cómo no me lo dais os monto un escándalo» «si no hablas bien de mí y ríes mis paridas me hago indepe». Recuerdo el niño de «Astérix en Hispania» que amenazaba con aguantarse la respiración. Además, qué fácil es crear un independentista, en cuanto le frustras, ahí lo tienes. Ahora oigo al sumo sacerdote de la confusión, el actual president de la Generalitat que dice que «dejen de amenazar con las leyes». Curioso, esto se puede leer de la siguiente manera, «si me aplicáis la ley me enfado y no hago caso». Absurdo y surrealista porque si cambiamos el sentido lo grave sería que te amenazaran con algo que no fuera la ley, eso sería lo problemático. O cuando se afirma que Europa no expulsará a Cataluña ¿Y porqué no habría de hacerlo? En el bien entendido que no es una expulsión sino la aparición de un nuevo estado ¿Y a santo de qué pasaría por delante de los que han solicitado ingresar? ¿Porque somos Cataluña? Sirva de ejemplo la sanción al Barça sin poder fichar durante un año. Escuché a alguno decir que no habría tal porque era el Barça y a la admiración seguiría el perdón y, por lo tanto, la impunidad, pues debió frustrarse mucho porque simplemente se aplicó la ley, lo mismo que en una casa donde la criatura no puede ni debe mandar. El president en una reciente entrevista dijo que los escoceses habían perdido el referéndum, típico de esa no resistencia, todo o nada. Los escoceses no perdieron, unos votaron una cosa y otras otra y ganó el seguir en el Reino Unido aunque no le guste, berrinche habemus. Por no hablar de las lloreras del mal llamado cap de la oposición que pide entre sollozos la independencia…
El problema es que se ha convencido a miles de personas de que nada malo sucederá, que todo será maravilloso y simplemente porque eres catalán. Pues no, no será así ni por eso ni por nada ni porque seas catalán , madrileño o asturiano, español, alemán o lituano. Porque hay sitios en Europa en los que asustan las marchas de antorchas, porque es a hasta decir basta la manipulación de la Historia, porque los complots eternos contra un pueblo, incluso traduciendo el Quijote al castellano para robárselo al pobre Servent, no existen, porque las afirmaciones de los agravios diarios son una falacia, porque inventarse robos sí es delictivo y porque el decreto de Nueva Planta le fue muy bien a muchos catalanes, a ver si nos enteramos de una vez. Se aplicará la ley porque así ha de ser, igual que unos padres deben decir «no» cuando se ha de decir, porque, y aquí va la última, ¿Qué harían otras regiones de Europa si no se aplicara la ley de forma contundente que es cómo se ha de aplicar la ley? Cundiría el ejemplo del de los berrinches y se generarían problemas donde no los hay cómo ha sucedido aquí `porque iluminados y artistas de la destrucción hay en todos lados y en Europa ya tuvimos algunos sustos.