Música

PMNo conozco a nadie que no le guste la música. Todos tenemos nuestras piezas favoritas y nuestros artistas, incluso asociamos momentos de nuestra vida a determinadas melodías. aquello tan manido de «están tocando nuestra canción». Pues bien, hoy no voy a hablar de política sino de «mis músicas», de la primera vez que las escuché y que por ser eso, la primera vez, han quedado grabadas en mi memoria. Vaya por delante que soy un gran aficionado a la música mal llamada clásica y que colecciono grabaciones (vinilos, cintas y cd) desde hace más de 35 años. Mucho tiempo en el que mis conocimientos han crecido exponencialmente escuchando diferentes versiones de centenares de obras y leyendo crítica especializada. Pero voy a hablar de la edad de la inocencia cuando estaba descubriendo el mundo musical del barroco hasta hoy y quería escuchar sin fijarme demasiado o para nada en el intérprete. Y así comienzo por una joya, la 5 de Tchaikovsky por Pierre Monteux, la 6 fue para Claudio Abbado y la 4 para Karajan. Beethoven fue para Bernstein, la 5, Karl Böhm, la sexta y la que más me gustó, la 7 para un tipo sonriente en la portada, Carlos Kleiber. Brahms vino de la mano de Böhm, la 1, Karaja, la 2 y la 3 y Fritz Reiner, la 4, Bruckner y su séptima fue para Otto Klemperer y Schubert llegó via Zubin Mehta. El concierto para violín de Tchaikovsky con Abbado y Natan Milstein, Schumann fue para Baremboin y mi primer Wagner para Rafale Kubelic. Mozart y Bruno Walter, Dvorak y Karajan lo mismo que Mendelshon…Momentos fascinantes de obras que luego he escuchado decenas de veces por otros intérpretes pero que tienen el valor de haber sido aquella primera vez.

Y también recuerdo  mi primer concierto en el Palau con un programa de la sinfónica de Bamberg, el divertimento en Re de Mozart, Matias el pintor de Hindemit y la sinfonía n 2 de Brahms. Para siempre quedará en mi memoria Abbadao y la filarmónica de Viena con la 4 y la 7 de Beethoven, Carlo Maria Giulini haciendo la 1 y la 3 de Brahms, Frübeck de Burgos y la quinta de Tchaikovsky, Rattel y la 2 de Schumann, los conciertos de Cecilia Bartoli o Maazel y la 2 de Sibelius sin olvidar la 5 de Beethoven y la consagración de Dudamel.

Y tambén escucho otras cosas y también iré de primeras veces. Soledad Bravo y hasta siempre comandante, todo lo que haga Silvio Rodríguez, , las cintas de Victor Jara y Quilapayún, el Serrat que cantaba a Machado, y un joven Bosé cantando «Amante bandido».

Quizás me haya quedado muy esquemático pero todas y cada una de las mencionadas fueron y son grandes momentos,, alegrías musicales que han dejado huella en mi trayectoria vital,  Animaros a hacer la vuestra

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