Quizás lo más conocido de la trayectoria de Clara Zetkin fue la propuesta e instauración del día 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer Trabajadora durante la II Conferencia de mujeres socialistas de 1910. Pero Evidentemente hay mucho más. Seguramente algún purista me dirá que no era socialista sino comunista, pero como este no es lugar para determinadas disertaciones (otro artículo hablará de ello) vamos allá.
Clara Zetkin nació en 1857 en Alemania. Maestra de profesión ingresó en el SAP (Partido Socialista de los Trabajadores) en 1878, que luego se transformó en 1890 en el SPD. El mismo año de su ingreso tuvo que exiliarse a Suiza y después a Francia a causa de las leyes antisocialistas dictadas por el canciller Bismarck. En París estuvo presente y fue activista en la fundación de la II Internacional en la que se opondrá junto con Rosa Luxemburgo a las tesis revisionistas de Bernstein (ver SOCIALISTAS 2), ocupando el ala más izquierdista del SPD.
Su labor se centró en la lucha por la igualdad de derechos y el derecho al voto, impulsando el movimiento feminista en la socialdemocracia alemana. Entre 1891 y 1917 fue la editora del periódico «Igualdad» y en 1907 dirigió la nueva Oficina de la Mujer del SPD.
El 17 de agosto de 1907 se celebró la primera Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, inspirada por ella, en Stuttgart (Alemania) fundando la Internacional Socialista de Mujeres. Clara Zetkin fue la primera Secretaria Internacional de la Mujer.
El desencuentro definitivo con el SPD vendría a raíz de la Primera Guerra Mundial. Se alinea con las tesis de Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht. Fue una de las fundadoras de la Liga Espartaquista y del Partido Socialdemócrata Independiente de Alemania (USPD) en 1917 en protesta por su actitud favorable a la guerra. En enero de 1919 se funda el Partido Comunista de Alemania (KPD) al que se unió siendo elegida representante para el Reichstag entre 1920 y 1933. Sin olvidar que en 1925 fue elegida presidenta de la asociación de solidaridad «Socorro Rojo».
Su última actuación pública fue en agosto de 1932 cuando siendo presidenta del Reichstag, por ser la de más edad. y en los momentos de zozobra que estaba viviendo la República de Weimar, hizo un llamamiento a la lucha contra el nazismo.
Hitler llegó al poder y tras el incendio del Reichstag y la ilegalización del KPD se exilió en la Unión Soviética muriendo en Moscú el 20 de junio a los 76 años.