De nuevo el simposio «España contra Cataluña» del cual ya escribí allá por el mes de julio cuando vi el programa. Ahora en pleno desarrollo del evento retorno al asunto en vista de lo que se está diciendo.
Vaya por delante que no tengo el curriculum académico de los ponentes , no soy profesor de universidad, ejerzo mi oficio de historiador en un colegio de barrio. Pero que nadie se engañe, no soy ni más ni menos, y visto lo que se está diciendo y cómo entiendo el trabajo y la función de explicar historia, no sé si la meritocracia avala un resultado histórico serio. Y pienso que dentro de algún tiempo, cuando la historia juzgue, alguno puede que no está muy orgulloso de haber participado.
Es evidente que el simposio se trata más de un trabajo ideológico que metodológico, y por ahí ya vamos mal, y no porque un historiador no deba tener ideología, y soy el menos indicado para negarlo, sino porque se están retorciendo los hechos con formas y descubrimientos que se presentan como novedades con la única atención de justificar el título y, por lo tanto, el fin que persigue el simposio. Todos cumplen con el guión y pasan todo por el cedazo. Conclusión, toda acción realizada desde España ha tenido como objetivo aplastar Cataluña. Una visión muy profesional trasladar los imaginarios actuales al pasado. Todo el mundo sabe que las Cortes de Cádiz ya estaban por la faena como se ha dicho en el evento. O la curiosa interpretación de que los seis años de ocupación napoleónica preservaron el catalán. No quiero rivalizar con el sapiente profesor de Girona pero me pregunto que hubiera sido de del catalán y Cataluña si hubiera estado al otro lado de los Pirineos. Pero todos estos claros e indiscutibles hechos no se han contado porque la historia la escriben los vencedores y así además del nacionalista catalán Bonaparte, resulta que la burguesía catalana se enfrentó a la castellanización, eso sí, aclarando que no es la burguesía en sentido marxista, no sea que le salpique, sino aquella idílica y reistente que habitaba los burgos medievales donde todo era libertad y concordia. Pero falta lo mejor, lo que nos puede sacar de cualquier atisbo de duda de que la verdad resplandece en el simposio y no es otro que el mayor y diáfano ejemplo de manipulación histórica que los opresores han perpetrado: los catalanes introdujeron la alcachofa en América…Estos puntos suspensivos son porque no sé que decir a semejante descubrimiento que transformará la manera de entender la Historia.
Haré mi interpretación desde el barrio. A mí se me caería la cara de vergüenza en el momento del mayor ataque al estado bienestar y a los derechos de la ciudadanía desde La Moncloa y la plaza Sant Jaume hacerles el juego ideológico, y nada menos que la Universidad, a los unos y los otros, porque no nos engañemos, también sirve al centralismo. ¿Dónde está la lucha del movimiento obrero? ¿Las fuentes de enriquecimiento de la burguesía? ¿Dónde el carlismo, una de las raices del conservadurismo nacionalista catalán? ¿El apoyo al absolutismo en la mayoría del territorio? y algunas cuantas más que no tienen cabida en el simposio porque no encajan en el resultado final.
Si el actual gobierno de CiU y el PP son el atraso de 30 años de estado bienestar, el simposio pone la guinda ideológica que siendo muy malo viene acompañado de un mal particular, el historiador y la historia como voceros del poder. Muchas gracias a todos.