«No es fácil aceptar que los masoveros te tomen la delantera cuando siempre has sido señor» repiten estos días los de Esquerra para explicar la mala digestión que JxC está teniendo de las elecciones y sus maniobras tendentes a, por lo menos, retrasar que el segundo clasificado de las elecciones catalanas llegue a presidir la Generalitat. Una explicación simplista con aire de lucha de clases (Aragonés citó a Marx!!! aunque no sé si lo sabe) que requiere de matización pues las reducciones al mínimo y más en esta Cataluña de los últimos diez años en la que todo ha sido llevado al absurdo y que hemos escuchado de nuevo en los interminables discursos de la fallida primera sesión de investidura en lo que anuncia ser un bucle melancólico o día de la marmota sin fecha de caducidad.
La Historia, «magistra vitae» decía Cicerón, nos da noticia de algunas cuestiones que considero de interés y dan una interpretación distinta a lo que sucede estos días en el Parlament. Un repaso a la historia de los movimientos políticos en Cataluña nos puede dar la clave de este enfrentamiento entre independentistas y estos contra el resto del mundo y para eso empezaré con la frase que abría el artículo. Aunque creo que merece una previa. Desde la renovación historiográfica del siglo XX muchos temas orillados hasta entonces entraron en la agenda de los historiadores y entre ellos la historia de las mentalidades analizada con métodos y modelos multidisciplinares para investigar lo que las personas y sociedades del pasado pensaron y manifestaron en su tiempo y circunstancias. Y un aspecto fundamental, no es el «qué» sino el «cómo», o lo que es lo mismo, no digas a nadie que piensa cómo «carlista» que lo negará rotundamente como cosa del pasado, incluso por sus connotaciones y, por supuesto, no entres con asuntos como aquello de la hegemonía de Gramsci o compañía. Igual se entiende con algo más metafórico, «hijos de Atenas, Roma y Jerusalén» en una primera aproximación para describir occidente y a la que, por supuesto, hay que añadir los elementos locales que se crean necesarios.
Y vamos ya con la frase. En lo de los «señores» estamos de acuerdo. Si de algo es heredera JxC es de CDC y esta, además de polo de atracción de cargos municipales del franquismo que hicieron una traslación rápida del nacionalismo ultramontano español al catalán, lo es del conservadurismo catalán anclado en el catolicismo carlista, tradicionalista, rural, clasista y dogmático además de culturalmente folclórico. De un paternalismo social intransigente cuyo única idea de progreso consistía en la ganancia de la familia a través de los nuevos medios productivos que no debían transformar para nada el modelo social imperante. Tan afín y caciquil al resto de la España conservadora que los partidos del turno (conservadores y liberales) estaban muy cómodos sin tener que poner los pies en Cataluña y, por supuesto, el conservadurismo catalán muy cómodo, salvo algún gesto exagerado, con los compañeros de viaje ubicados en el gobierno de Madrid, amigo también, a veces, de gestos para la galería. Es evidente que esa mentalidad existe en JxC, conservadurismo ultranacionalista basado en entidades metafísicas, aquel Dios, Patria y Rey, este último hoy transmutado en República (recomiendo vivamente la lectura de «Los reyes taumaturgos» de Marc Bloch en el que se narra como existía la creencia de que si te tocaba el monarca desaparecían determinas enfermedades, háganse las comparaciones con algunas cosas dichas sobre las bondades del futuro republicano incluido que habría menos muertos en pandemias) Guiado por caudillos rurales y cristianos de reminiscencias supremacistas y xenófobas (Puigdemont, Comín, Torra) y entes de resistencia ultramontano (Consell per la República) ya que lo de las estructuras de estado quedaba muy lejos de su capacidad organizativa. Era más fácil montar partidas carlistas de trabuco y cuchillo de monte, por su raigambre y apoyo rural, que una estructura superior como es un ejército normalizado. De verbo sencillo y repetitivo de esencias religiosas que transmiten dogmatismo, bondad y el camino de providencia que conduce al paraíso en la tierra y en el cielo y enfrentados a la maldad del otro puesta de manifiesto por la verdad revelada al estar del lado correcto de la historia (Borrás, Canadell,…)
Pero donde la frase no me parece que cuadre es que los de ERC se consideren masovers (masoveros), campesinos al servicio del amo. Ya he comentado en otras ocasiones que lo de que se autodenomine Esquerra (Izquierda) tiene algo de engañoso puesto que no tiene ninguna raigambre socialista, internacionalista, sindical, obrera, campesina o algo que se le parezca y sí es reconocible su lenguaje nacionalista, coincidente con el de los anteriores, y con el llamamiento a entelequias (amnistía y autodeterminación) No quisiera equivocarme pero no recuerdo ningún dirigente de ERC salido de las colonias industriales, nidos de explotación aislados en el interior, vapores barceloneses (así llamadas las fábricas alimentadas con carbón) o el campo… Es decir la burguesía progre más urbana que rural pero tan cercana al agujero negro del tradicionalismo que no consiguieron, ni consiguen sustraerse a su tremenda atracción (Junqueras, Rovira, Aragonés,…) Es la melancolía de un Valentí Almirall de voluntad izquierdista y republicana federalista en la línea de Pi i Margall y, al mismo tiempo, preso de sus contradicciones nacionalistas, teniendo en cuenta que en Esquerra no se encuentra ninguna de las dos primeras. ERC se encuentra en la contradicción de tratar de combinar su ADN burgués y nacionalista y, por lo tanto clasista, con unas supuestas medidas de izquierdas siempre presas de tener que justificar su excepcionalidad catalana, señal de identidad del lado conservador. No en vano tanto el socialismo como el anarquismo eran señaladas como ajenos al espíritu e idiosincrasia catalana por haber sido importados de fuera. En el fondo de mentalidad tan carlistas como los amos porque si no no sería lo que es, podría ser otra cosa pero la mentalidad es la mentalidad. Sólo algunos personajes en la historia de ERC, como Tarradellas, se dieron cuenta del desafuero y abogaron por renunciar a aquello que les acercaba a la derecha catalana hoy en día silenciados por el esencialismo con el que quieren competir con JxC, sin olvidar su aproximación nada natural a la CUP. De nuevo ecos del pasado cuando el gobierno de la Generalitat se vio en 1936 a meced de la CNT, institución y antiinstitución en el mismo saco, ahora sistema y antisistema. Tomo prestado un comentario de un compañero siempre acertado y mordaz, gracias Albert, que describe la esencia cupaire, dice que desde que han abierto la Cerdanya ya no hay manifestaciones violentas los fines de semana. El componente trabucaire dispuesto a subir al monte, con chalet o casa pairal, aunque sea de boquilla y, por supuesto tan de mentalidad carlista como los otros, todo muy popular, ¿o es que el carlismo no tiene esa raíz? Pero en la línea de o todo o nada, cómo yo o contra mí. Y, por supuesto, no mezclemos lo personal que uno tiene derecho a tener en propiedad muchas cosas que hacen de esta tierra lo que es.
Y para terminar y siguiendo con la Historia. Esta legislatura comienza lastrada por una investidura donde hay un enfrentamiento entre las diferentes facciones carlistas. También sucedía en la primera de nuestras contiendas civiles allá por 1840 después de siete años de conflicto armado por Dios, por la patria y el Rey. Todo terminó en Vergara, eso sí, Maroto, el general carlista que se abrazó al liberal Espartero, tuvo que quitar de en medio a los que se negaban a aceptar el armisticio. Hoy, afortunadamente, las cosas se hacen de otra manera pero quizás haría bien ERC en hurgar en su mentalidad y analizar bien esa E de la cual presume y, muchas veces, carece, y a su paso por el gobierno los últimos años me remito.
Leyéndolo me he reído mucho, a veces a carcajadas, especialmente en el párrafo tercero y el paralelismo que va desde la estructura caciquil hasta la enumeración de personajes y Consells, pasando por la curación de la escrófula por la real imposición de manos. ¡Es tan real todo ello que los ejemplos, paralelismos y anécdotas a las que se podría sumar unas cuantas de cosecha rural-tarragonina son interminables! Brillante resumen del tema, Luismi, tanto del carlismo como del supuesto izquierdismo de ERC.
¿Los socialistas son socialistas? NO ¿Los populares son populares? NO ¿Los de esquerra son de izquierdas? NO etc. etc. etc.