«Derogad la Ley de Memoria Histórica. Primer aviso» Así reza el tweet de Vox sin ocultar la autoría del hecho. No es la primera vez que la estatua del que fuera uno de los presidentes de gobierno de la IIª República es vandalizada. Esvásticas y loas a la intervención nazi en el 36 han aparecido reiteradamente en la base, la diferencia es que ahora sin dudas, medias tintas y ambages Vox lo reivindica y avisa con dos mensajes, el clásico y el digital.

Clásico por usar la escritura. «Asesino» sustantivo rotundo, sin medias tintas ni, por supuesto, presunción de inocencia. La conclusión escueta de la aplicación de la interpretación del pasado de la derecha española (PP y Ciudadanos lo compartieron recientemente en el disparate aprobado por el ayuntamiento de Madrid al que ya me referí en otra entrada de mi blog de Historia) y que nunca ha necesitado de verdadera investigación histórica ya que, simplemente, es algo revelado, se sabe por si mismo tal y como demuestran cada vez que hablan del tema. Da igual que, afortunadamente, historiadores de renombre hayan salido a desmentir el disparate y a exigir los datos empíricos de esa aseveración. No ha lugar: asesino. Pongamos por ejemplo a otro ex presidente del gobierno, en este caso uno de los dos que tuvo el general Franco, Carlos Arias Navarro, 4300 ejecuciones actuando como fiscal, estas sí documentadas, «carnicerito de Málaga» era su nombre artístico. Supongo que si alguien les pregunta sobre esto entrará la segunda aseveración. «Rojos No», igual de rotunda y justificante de la represión a todo el que no piense, y actúe, como los que se mueven por revelación. Todo lo que está a su izquierda ,no es difícil, pintados llamativamente y advertidos. Una señal como las de tráfico «No hagas esto» «No seas lo otro», imperativo, el tiempo verbal preferido de esta gente porque no admite opción. De ahí que, evidentemente, en su historia revelada todo el que actúa cumpliendo la máxima está realizando un acto de justicia y de limpieza político-social además de cultural e intelectual.

El mensaje digital. «Derogad la Ley de Memoria Histórica. Primer aviso». «Derogad» De nuevo el imperativo porque la tierra que piso es mía, el maldito caciquismo ancestral disfrazado de fe y adhesión inquebrantable a la historia revelada, la verdadera ¿Y qué hay que derogar? Nada más que la historia y nada menos que la memoria. La primera, tal y como la conciben ellos hay que eliminarla de la lista de «ciencias» desde Tucídides y Herodoto hasta los últimos investigadores porque no es necesario ni método ni interpretación ni discusión, la Historia está para formar el espíritu nacional. Y después la memoria, nada menos que exigir borrar la memoria. Cierto es que la memoria es algo selectivo, la cuestión es que la única selección válida es la suya. «Derogad la ley de memoria histórica», liquidad vuestra memoria, con la nuestra basta y, además es la que guarda la verdad revelada, nuestros mitos son ciertos y verdaderos, olvidad y, si no, permaneced en silencio como hasta ahora, «Rojos, no»

«Primer aviso» anuncio indudable de que si no hay respuesta habrá un segundo que, por supuesto, debe, por definición, superar al primero ¿En letras más grandes? ¿En cursiva? ¿Negrita y subrayado? La lógica indica que deberán de nuevo hacer algo clásico y más contundente y nos escribirán «Derogad la Ley de Memoria Histórica. Segundo aviso»

La historia del mundo ha sido la historia de la violencia entre otras cosas y en múltiples sentidos. Sólo después de la Segunda Guerra Mundial en algunos lugares del planeta se ha impuesto por fin la idea aprendida gracias a la historia de que en paz, justicia, igualdad y libertad es como mejor se desarrolla el ser humano pero hay que tener la guardia levantada, militar en todos esos valores porque la violencia, la imposición y lo revelado nunca descansan reavivándose como una brasa en cuanto tienen oportunidad.