1 de octubre de 2016. Un día triste para el Socialismo español. El día en que ha sido defenestrado el Secretario General del PSOE en una operación de acoso y derribo sin precedentes y que, a medida que pase el tiempo, se contemplará en toda su iniquidad avergonzando a sus artífices. Quizás se trate más de un deseo que una realidad pero creo que la jugada más pronto que tarde se volverá contra sus perpetradores.
Esta tarde cuando se produjo la votación nominal, acto que implica la desconfianza en las urnas, y se hizo público el resultado obligando a Pedro Sánchez a dimitir, comenzaron a llegarme mensajes de personas que querían abandonar el partido indignadas por lo que había sucedido. Yo les decía que calma que hay que reflexionar y no hacer las cosas en caliente. Pero realmente tampoco tenía argumentos que pudiera enarbolar en los primeros momentos. Uno también es humano.
Pero ahora si quiero argumentar porqué estando totalmente en contra de lo sucedido, indignado por la actitud de algunos y entristecido por lo que se ha hecho a una buena persona, no me voy a ir:
- No les voy a dejar el partido para su uso particular, porque eso es lo que han hecho hoy. Lo habrán convertido en su juguete durante estas horas manipulando e interpretando de manera torticera normas y reglamentos, escatimando la verdadera discusión que ellos saben impresentable. Pero esta es una organización de casi 140 años que le pertenece a sus militantes y diré más, a sus simpatizantes y votantes.
- Y como «arrieros somos y en el camino nos encontraremos» esto se volverá contra ellos en forma de primarias, por qué supongo que respetarán los procedimientos. Aunque también es previsible una campaña de descrédito de Pedro Sánchez en vista a unas más que deseadas primarias unilaterales en un congreso. Parafraseando la Guerra de las Galaxias, «muy muy lejano». Objetivo; que alguien venido, puede que del sur o del este…o del oeste, limpie su imagen estos meses y se presente como la gran esperanza… Y me apetece mucho votar en su contra.
- Y no me voy porque tengo la esperanza de que este «vodevil» haya sido la última aparición de una formas de hacer antiguas, rancias, antidemocráticas… El Secretario General se elige entre la militancia, se acabaron los congresos de delegados adoctrinados y en la próxima convocatorio estoy seguro se presentará alguien que se rebelará contra esas formas.
- Y no me voy porque estoy en un partido de izquierdas cuya supervivencia pasa, tras el ridículo de hoy, por la votación de investidura de Rajoy. Una abstención en bloque nos lleva a la desaparición, así que quiero estar dentro para decir y pedir que el grupo vote libremente para que sepamos quien se abstiene y quién no (al fin y al cabo lo hecho hoy ¿o no?) Y porque, como militante del PSC, creo que hay que votar que «no», y aunque se piense que es por llevar la contraria a los que previsiblemente pondrán los «intereses de España» por delante, no es así. Es porque ese «no» es la respuesta del socialismo a la derecha rancia y corrupta de este país. Por lo tanto «no» en interés de España.
- Y quiero seguir para poder visitar la galería de jarrones chinos, un lugar apacible y silencioso donde un hermoso, majestuoso, incluso, como diría Cervantes, nos espante su grandeza, mausoleo recuerde los logros de los que un día tuvieron la responsabilidad de dirigir y hoy callados respetuosamente dejen que el partido siga adelante.
- Y porque el socialismo no es para caciques, ni par intereses inconfesables es para la gente y también una forma de actuar en la que no caben atajos.
- Porque quiero que el partido socialista no tenga elementos más afines a los intereses de otros partidos que a los propios… Y si no es así… cuanto se parece.
- Y, finalmente, porque voy a intentar con mi modesta aportación que esta situación no se vuelva a repetir. Ni en el fondo ni en la forma, por ejemplo enseñando a contar. Si 85 son malos para gobernar ahora también lo eran cuando se aprobó por unanimidad el «no» a la investidura… ¿O es que lo de debatir mostrando las cartas no les va y les va mejor la «puñalada»?
- Porque creo que el cainismo genético que practica la izquierda una y otra vez puede ser superado y que el cinismo político no tiene cabida en nuestras formas y pensamientos
Por todo esto y, fundamentalmente, por socialista, que no por «buenista» me niego a abandonar un partido que no es lo que ha sucedido hoy y si ha pasado, vale la pena trabajar para que no vuelva a pasar. Que no es de los que se consideran poseedores de la verdad, de los que hablan sin mojarse, de los que hoy, tras el llamamiento del líder supremo, se han lanzado a tumba abierta contra el secretario general, de los que entienden que lealtad de la militancia es una disciplina cuartelera, de los que piensan que un militante es un miembro de mesnada que obedece ciegamente.
El partido socialista es libertad, igualdad, solidaridad. diálogo y entendimiento, incluso confrontación dialéctica para decidir el cómo y el qué. Nada de lo sucedido hoy e impulsado por gente que se dice socialista es propio de un partido como el nuestro. Conclusión: ¿estos me van a echar de mi casa? Que se vayan ellos antes.
Yo tampoco me voy, y estoy dispuesta en ayudaros, si esta de mi mano, en todo lo sea necesario. Yo también estoy con Sanchez, por que ademas de todo le votamos los militantes. Animo, y fuerza para todos. Hasta pronto.
Saludos Luismi y compañeros.
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Tienes razón, pero tenis que trabajar mucho para que el partido socialista vuelva a ser referente. Ha caído en las redes de los conservadores del país, aparte el PP. Los progresistas y liberales avanzan y eso no lo permiten los «dinosaurios», mas pendientes de mantener su estatus.
Ánimo!!!
Buenos días, Luismi. Subscribo una tras otra tus afirmacione. Entiendo que no era tu propósito una palabra final sobre el tema, pero realmente el discurso complicado comienza allí donde acaban esas premisa que compartimos.