¿Arde París?

Paris-llora

Los acontecimientos del pasado viernes 13 de noviembre en París han hecho verter ríos de tinta, que dirían los clásicos, y enganchado cientos de imágenes a nuestras retinas. Toda Europa ha salido a la calle a protestar contra la acción terrorista y a honrar a las víctimas, impresionante «La Marsellesa» en el estadio de Wembley. Reconozco que este artículo lo comencé al día siguiente pero dejé de escribir tras la primera línea porque hacerlo en caliente puede resultar un ejercicio de higiene mental pero también dar lugar a coincidir con aquellos que únicamente se guían por lo visceral, por la reacción espontánea que anula cualquier tipo de análisis de la realidad, por la ficción personal y que terminan llamando a la guerra santa y la acción global contra colectivos formados por individualidades que nada tienen que ver mayoritariamente con lo sucedido.

Tras escuchar y leer me asaltan varias dudas que ya que hablamos en Francia trataré de que sean metódicas como planteó el gran Descartes. ¿El lenguaje puede crear enfrentamientos? el hecho de llamar estado a algo que no es estado e islámico como determinante de todo lo que es esperable de ellos parece intento de estigmatizar a una cultura. El lenguaje produce a veces imágenes no deseables ¿Cómo teníamos que haber calificado las atrocidades de la guerra de los Balcanes producidas, por católicos y ortodoxos? Es más sencillo recurrir a la palabra que siempre ha designado estas acciones: Terrorism0. Que ellos lo asimilen a una religión no significa que haya que estigmatizar esa religión, y lo más seguro como sucede con todo los conversos, lo sean de manera superficial pero con el entusiasmo y fanatismo que toda conversión tiene.

¿Porqué gente joven educada en Francia, con nacionalidad europea comete semejante atrocidad? Si hubiera respuesta se podría acotar el asunto pero ¿quién puede atreverse a afirmar algo definitivo? Vienen a mi mente la matanza de Columbine. Jovenes, americanos, protestantes y las imágenes son las mismas en los espacios de la escuela y en Bataclan. Jovenes huyendo en todas direcciones, cadáveres en el suelo,… y finalmente, el suicidio. ¿Coincidencia? Quizás el elemento común es el de la marginalidad, el de la falta de esperanza y horizontes y la posibilidad de participar en algo grande, en algo heroico. El reconocimiento de unos pocos frente al anonimato vital. Incluso el hecho de jóvenes que abrazan el Islam y se van a Siria a combatir  ¿Cual es la explicación? Peco de la formación que llaman marxista y, por lo tanto, creo que hay que profundizar en el hecho material y social. Nada puede garantizar al 100% la desaparición de esos fenómenos pero la ausencia de xenofobia, barreras sociales, guetos en ciudades exultantes, garantizar la igualdad de oportunidades y paliar las necesidades materiales de una población que sufre creo que mejoraría sustancialmente el tema acompañado de tres cosas fundamentales, educación, educación y educación. Frente al lavado de cerebro que dicen sufrir y, por lo tanto, tiene origen en una persona, el antídoto ha de ser más potente. ¿Es buenista esta postura? No. Es un análisis que requiere una gran intervención donde median ideologías, que frente a los que pregonaban su muerte se manifiestan más fuertes que nunca y, por tanto aquellos que dejamos debilitar la propia hemos de rearmarla si creemos que la Igualdad, la libertad y la justicia social siguen siendo valores que vale la pena universalizar, aunque sea por seguridad. Y también medidas prácticas, realidades que eliminen las ensoñaciones que prometen el paraíso, y no son solamente las religiones: la igualdad de oportunidades y la obligación de tener una vida digna. Y, además, desgraciadamente la historia está llena de ejemplos en que tener la razón ha sucumbido a la fuerza y ¿cuantas veces hemos clamado por actuaciones contundentes en situaciones como Bosnia o Rwanda? El «no a la guerra» no es comparable a lo sucedido. Tratar de parangonar aquello con esto por un intento de querer abanderar ese activismo que está tan de moda resulta absurdo y contradictorio pues encierra un cálculo político de los que tan ajenos se sienten a la política

¿Arde París? preguntó Adolf Hitler, uno de los mayores terroristas de todos tiempos, cuando se enteró de que las tropas aliadas ya estaban dentro de la capital francesa. Pero no ardió, como no arderán los principios que toda civilización que se considere humanista debe defender y hegemonizar porque de seres humanos hablamos y no de otra cosa y entonces quizás acallemos para siempre a los artistas de la destrucción.

2 comentarios en “¿Arde París?

  1. Gracias por la información Luismi, aunque además pienso que los valores validos y los pilares para el futuro de los ciudadanos se empieza a gestar en las personas, en la educación escolar cuando somos pequeños, para que nos vincule en una sociedad solida en el futuro.Esperemos que no arda Paris ni ninguna ciudad, se vive mejor en paz, eso si nos dejan.

    Date: Fri, 20 Nov 2015 11:09:18 +0000 To: magda-massas-calvo@hotmail.com

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