Se me calienta la boca…

Han quitado la placa de la fachada del ayuntamiento de Barcelona en donde se podía leer Plaza de la Constitución… la de 1837, por lo tanto llevaba ahí 140 años. Lo pactado entre  CiU y Unitat per Barcelona (Trias, Portabella) se justifica en el despiste que sufren los turistas al ver dos nombres de la plaza y en lo mala que fue esa Constitución para Barcelona (el señor Portabella dixit). La primera no deja de ser una majadería de grandes proporciones, aunque igual es verdad que las concentraciones de grupos en la plaza se debe al despiste y desorientación y para eso hay que tener un par de urbanos en la puerta, no porque sea el Ayuntamiento, sino porque hay que informar convenientemente a las gentes que nos visitan de la incómoda situación que durante casi siglo y medio se ha producido en esta ciudad hoy felizmente resuelta… En cuanto a la segunda, el biólogo metido a historiador y también, por lo que se ve experto en patrimonio porque dice que la placa no tiene ningún valor, hace una valoración categórica amparada en alguna autoridad intelectual que ha hecho que el alcalde de Barcelona tome la decisión. Podría entrar a valorar la cuestión que me merece la actuación de los dos pero voy a ir un poco más allá haciendo alguna reflexión a partir del suceso.

Soy un analfabeto en muchas cosas, entre ellas la biología. Como ya he dicho alguna vez soy historiador, y tampoco conozco toda la historia de todo el mundo, poco o nada puedo decir sobre Arabia Saudí o sobre Azerbayan salvo lo muy básico que pueden ser tres frases. Por eso me fascina la gente que sabe de todo y, por supuesto, de Historia que es donde mejor me muevo. Pero como todo el mundo tiene sus prejuicios (cuestiones predeterminadas sin necesidad de razonar adquiridas por tradición) el mejor sitio para aplicarlos es la Historia. Quizás por eso nadie nos consulta nada, se repiten las misma políticas fracasadas, los economistas se lanzan al liberalismo salvaje ya fracasado hace 90 años, se monta una crisis de órdago y se quiere salir con recetas ya experimentadas y nulas…

Sobre la retirada de la placa o cualquier elemento que molesta a determinadas personas puedo dar una lista en Barcelona, aún queda alguna calle de militares “Capitán Arenas”, héroe de la guerra de África, pero por si acaso. La rambla Prim (general) cuya actuación política puede ser puesta de manifiesto en cualquier momento por algún sabio y “zas” ni rambla ni estatua en la Ciutadella, también hay una calle al general Serrano, compadre del anterior. Incluso que retiren la estatua de la República de Nou Barris, porque es española y seguro molesta a los unos, por eso y porque la II tuvo sus dimes y diretes con el estatut del 32, y los otros porque la derecha estaría encantada. Si algún día Barcelona es gobernada por la derecha españolista ¿quién les podrá decir nada si un regidor categóricamente afirma que eso fue malo para la ciudad y además no tiene valor patrimonial? Pues la estatua al museo.

Aún hay más. Ya escribí sobre el mal llamado simposio de historiadores “España contra Cataluña” y lo que me parece la manipulación de la historia pero estamos , no sólo por la placa, en un momento político donde las cosas están llegando al esperpento y las ensoñaciones de algunos producen monstruos y sonrojos. El otro día vi un cartel de los de “Viure lliures” para los fastos del 2014 en el que se veía un señor mayor de Barcelona y una imagen de un señor de 1714. Igual es para jugar a las siete diferencias, el de Barcelona de 2014 tiene derechos, vive en democracia, se puede expresar, tiene jubilación, médico y ocio y seguramente es una persona trabajadora ( eso si no ha tenido problema con las preferentes, puede ir al médico de vez en cuando o los hijos se han tenido que ir a su casa cosa que los “retiradores” de la placa  y organizadores de simposios no comentan) y el de 1714 es feliz porque seguro, es de la nobleza o de la alta burguesía, sus derechos inalienables están amparados por Dios, vive en algún lugar al que no llega la chusma y los derechos políticos son garantía de su poder oligárquico, eso sí en libertad, que entonces era “hago lo que me sale de..” o lo que es lo mismo “nacido para mandar y tú para trabajar”… Ya sé que estos comentarios no son muy de historiador serio, pero es que como al gran Rubianes se me calienta la boca. No soy de esos que aseveran que la Constitución de 1837 fue mala para Barcelona, pero como aunque  fuera serio nadie me tendría en cuenta, como nunca se nos ha tenido en cuenta, a no ser que digas lo que algunos quieran oír en simposios, pues nada, me permito el lujo de decirlo, eso sí, con bastante más ajuste a lo que es la realidad histórica, y perdónenme el biólogo y el pediatra el atrevimiento.

Un comentario en “Se me calienta la boca…

  1. ¿El Sr. Portabella no fue aquel aspirante a la alcaldía de Barcelona que tenía entre las prioridades de su programa el desmantelamiento pieza a pieza del Tibidabo para montarlo otra vez en el Forum? Un político imprescindible.

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