Alguno me llamará exagerado o incluso iluminado. Cuando uno escribe para el público está expuesto a todo tipo de críticas, constructivas, destructivas, a loas y a exabruptos. Es el peaje de decir lo que uno piensa y que, por supuesto, sólo faltaría, no es dogma de fe. Después de tres líneas, el título y las … Sigue leyendo Cuando perdimos la guerra